Me he quedado sin palabras después de leer Eeeee, eee, eeee. La contraportada lo describe como «divertidísimo», pero para mí ha resultado ser un completo desastre. La historia sigue al protagonista, Andrew, quien sueña con los sonidos emitidos por los delfines, de ahí el título onomatopéyico del libro. Sin embargo, también aparecen osos en la trama, pero no tengo claro si Andrew sueña o piensa en ellos, o si simplemente alucina con ellos. La trama es confusa y caótica, y no logré entender cuál era el objetivo del libro. Este es el segundo libro que leo de Tao Lin, quien ha sido proclamado como el escritor más influyente de internet, y no puedo entender cómo ha logrado obtener tal reconocimiento. Su estilo de escritura es apresurado y carente de desarrollo narrativo, lo que resulta en una lectura insatisfactoria. Esto puede ser adecuado para los lectores en línea que buscan una experiencia rápida, pero no lo es para una novela. Además, el autor tenía solo 23 años cuando escribió esta obra, lo que se nota en la falta de sustancia y control de calidad. Si están buscando algo moderno para leer, les recomendaría a Jenn Díaz o a David Foster Wallace, en lugar de desperdiciar su tiempo con este libro.

Después de esta experiencia decepcionante, me pregunto si debería intentar leer otro libro de Tao Lin. Aunque no puedo creer que haya llegado tan lejos con Eeeee, eee, eeee, tal vez haya algo en su otra obra que valga la pena. Sin embargo, no puedo evitar sentirme escéptico y con pocas esperanzas. Tal vez logre sorprenderme, pero hasta ahora no me ha dejado una buena impresión.