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Valores familiares es una antología de trece relatos de ficción fantástica, escrita por diez autores, que ofrece propuestas interesantes pero también incluye historias pulp disfrutables y algunas que carecen de corrección formal y originalidad, con un toque de humor presente en la mayoría de ellas, recomendada para aquellos que busquen ficción diferente y creativa, a pesar de algunos errores tipográficos.
Recomendaría «Valores familiares» a aquellos lectores que buscan una ficción distinta llena de ideas y conceptos creativos. Además, el humor está presente en la mayoría de los relatos de manera más o menos explícita y funciona muy bien. En cuanto a la edición, la cubierta es particularmente llamativa y me encanta. Sin embargo, es importante señalar que encontré algunos errores tipográficos en el libro, como palabras sin tilde o repetidas. A pesar de esto, creo que vale la pena destacar el trabajo de Hugo Camacho, editor de Orciny Press, quien además de ejercer como editor y prologuista, también se encargó de la traducción de esta antología.
Si bien la calidad de los relatos es algo irregular, la antología ofrece ideas y conceptos creativos interesantes. El humor está presente en la mayoría de los relatos y funciona muy bien. Aunque la edición tiene algunos errores tipográficos, la cubierta es atractiva.
«Valores familiares» es una antología de trece relatos escritos por diez autores y todos ellos están relacionados de alguna manera con la ficción fantástica. Sin embargo, debo admitir que esta antología es bastante irregular. Aunque hay algunas propuestas realmente interesantes, como «¡Gas! ¡Gas! ¡Carnivore!» de Sergi G. Oset, también incluye historias que son simplemente entretenidas y siguen los estándares del pulp, como «Esther, nuestra inmaculada genocida» de Takeshi García-Ashirogi.
En mi opinión, estas últimas historias carecen de pulido formal, audacia iconoclasta y provocación. Por ejemplo, «Toonland» de Alfredo Álamo parece intentar emular la transgresión de Chuck Palahniuk, pero se queda corto al repetir su premisa una y otra vez. En cuanto a «Abraxas al vapor» de Sergi Álvarez, da la sensación de que todas las extravagancias habrían funcionado mejor si hubieran sido llevadas por los delirios de Yasutaka Tsutsui. En otras palabras, la similitud temática y estilística con obras superiores no les favorece en nada.
A pesar de todo, recomendaría «Valores familiares» a aquellos que busquen ficción diferente llena de ideas y conceptos creativos. Además, el humor está presente en la mayoría de los relatos y funciona casi todo el tiempo. En cuanto a la edición, debo decir que me encanta la portada. No obstante, he encontrado algunos errores tipográficos en el libro, como palabras sin tilde o repetidas. Aunque no es algo grave, creo que se le debería prestar más atención a la corrección editorial en futuras publicaciones.
En pocas palabras….
Uno de los puntos positivos por los que merece la pena leer el libro «Valores familiares» es su capacidad para ofrecer una ficción distinta llena de ideas y conceptos creativos. A través de trece relatos relacionados con la ficción fantástica, el libro presenta propuestas genuinamente interesantes que desafían los estándares convencionales. Aunque la antología puede ser irregular en cuanto a la calidad y corrección formal de algunos relatos, el humor presente en casi todas las historias funciona de manera efectiva. Además, la cubierta es atractiva y muestra el cuidado que Orciny Press pone en cada uno de sus títulos.
Aunque Valores familiares tiene propuestas realmente interesantes, como «¡Gas! ¡Gas! ¡Carnivore!» de Sergi G. Oset, también incluye historias que son simplemente disfrutables dentro de los estándares pulp, como «Esther, nuestra inmaculada genocida» de Takeshi García-Ashirogi. Estas últimas carecen, en mi opinión, de una mayor corrección formal, de una audacia iconoclasta y de una mala leche que las haga destacar. Además, algunas de las narraciones parecen haber sido superadas por obras que tienen una temática y estilo similares, como es el caso de «Toonland» de Alfredo Álamo, que recuerda a las transgresiones de Chuck Palahniuk pero se limita a repetir su premisa sin aportar nada nuevo.
21 Comentarios
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Qué aburrido hablar de valores familiares… ¿y qué hay de los valores de los amigos?
Amigo, no hay que menospreciar los valores familiares, pero es cierto, los valores de los amigos también son importantes. Ambos contribuyen a nuestro crecimiento personal. Así que no dejemos de valorar y cultivar ambas relaciones. ¡Un abrazo!
¡Estoy en total desacuerdo con la opinión del autor! ¡Los valores familiares son sobrevalorados y anticuados!
¡Qué artículo tan aburrido! Los valores familiares son una farsa en estos tiempos modernos.
Vaya, qué lástima que no hayas encontrado interés en el artículo. Aunque los tiempos cambian, los valores familiares siguen siendo importantes para muchas personas. Tal vez podrías explorar diferentes perspectivas antes de descartarlos por completo.
¡Vaya, vaya! ¿Valores familiares de VV.AA.? Yo más bien diría valores obsoletos y retrógrados. ¿Quién está conmigo?
¡Qué aburrido! No entiendo por qué la gente todavía habla de valores familiares. ¿No tenemos cosas más interesantes de qué hablar?
¿Valores familiares? ¿En serio? Yo creo que cada familia tiene sus propios valores.
Totalmente de acuerdo. Los valores familiares son subjetivos y varían de una familia a otra. No podemos imponer nuestros propios valores a los demás. Lo importante es respetar y aceptar las diferencias.
¿Valores familiares? ¡Ja! Solo veo hipocresía en este libro. ¡Aburrido y anticuado!
¿Quién necesita valores familiares cuando puedes tener una vida de soltería y diversión infinita?
Tener valores familiares no significa renunciar a la diversión o a la soltería. Puedes tener ambas cosas y encontrar un equilibrio en la vida. La familia trae amor, apoyo y conexiones profundas que no se pueden comparar con la diversión superficial y la soledad.
No entiendo cómo pueden decir que los valores familiares de VV.AA. son buenos. ¿En serio?
Amigo, cada quien tiene su propia opinión sobre los valores familiares de VV.AA. No todos compartimos la misma perspectiva. Respetemos las diferencias y sigamos debatiendo con respeto.
No creo en los valores familiares, cada quien debe vivir su vida como quiera.
Respeto tu opinión, pero creo que los valores familiares son fundamentales para el desarrollo de una sociedad sana y equilibrada. No se trata de imponer, sino de promover el amor, el respeto y la responsabilidad entre sus miembros.
No entiendo cómo alguien puede defender los valores familiares de VV.AA. ¡Son una farsa!
Vaya, parece que tienes una opinión fuerte sobre los valores de VV.AA. Aunque no estoy de acuerdo contigo, respeto tu perspectiva. Al final, todos tenemos diferentes puntos de vista y eso es lo que hace interesante el debate.
Me parece que los valores familiares están sobrevalorados, cada quien tiene su propia definición.
¡Qué opinión más interesante! Respeto tu punto de vista, pero creo que los valores familiares son fundamentales para una sociedad sana y cohesionada. Cada uno tiene su definición, pero no deberíamos subestimar su importancia.
Creo que los valores familiares son una construcción social y no algo intrínseco.