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«Niños de domingo» es la segunda parte de una trilogía autobiográfica-familiar de Bergman que trasciende lo individual para abordar temas universales, como los primeros miedos, la relación con el padre y la vejez, con una voz literariamente creíble y un tono frío pero delicado.
La novela nos sitúa en un fin de semana de julio de 1926, cuando el protagonista, un niño de tan solo 8 años, se enfrenta a descubrimientos sobre la sexualidad, el miedo a la muerte, la vejez y la infelicidad. Estos temas son reconocibles para cualquier persona y se abordan de forma sensible y realista. Sin embargo, lo más destacable de «Niños de domingo» es la relación entre el protagonista y su padre, un pastor, que queda marcada por esos días de julio.
Aunque la novela tiene muchos aciertos, como la introducción de escenas situadas en el futuro que dan mayor potencia y coherencia a los hechos pasados, la alternancia entre la primera y tercera persona me resulta chocante y no creo que fuera necesaria para lograr el efecto deseado. Además, el tono frío y delicado de la narración evita caer en sentimentalismos baratos, pero a veces se vuelve excesivamente introspectivo y psicológico.
Aunque tiene algunos aspectos mejorables, como la alternancia de voces narrativas, en general, es una obra que ofrece una lectura interesante y reflexiva.
En pocas palabras….
El punto positivo por el que merece la pena leer «Niños de domingo» es la habilidad del autor, Ingmar Bergman, para trascender lo individual y presentar temas universales de forma creíble. A través de la voz y la estructura elegidas, Bergman logra conectar con el lector y brinda una experiencia literaria auténtica. Además, la introducción de escenas situadas en el futuro y la conjugación de lo evocativo con lo introspectivo añaden potencia y coherencia a la narración. Aunque la alternancia entre primera y tercera persona puede resultar un tanto chocante, en general la obra destaca por su tono frío y delicado, evitando caer en sentimentalismos baratos. Además, para los fanáticos de la obra cinematográfica de Bergman, hay guiños a sus películas más conocidas que añaden un valor extra a la lectura.
A pesar de los aciertos de «Niños de domingo» de Bergman, hay un aspecto que no me convence del todo. Me resulta chocante la alternancia entre la primera y tercera persona en la narración. Si bien entiendo que el autor busca mantener una distancia con los hechos, creo que se podría haber logrado el mismo efecto sin necesidad de cambiar el registro. Esta alternancia puede resultar confusa y romper el flujo narrativo de la historia, lo que puede dificultar la inmersión del lector en la trama. Aunque es un detalle menor, es un punto negativo que puede restar valor a la experiencia de lectura del libro.
21 Comentarios
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¡No entiendo cómo alguien puede disfrutar de una película tan sombría y deprimente! ¿Alguien más piensa lo mismo?
¡Vaya, qué lástima que no puedas apreciar las películas sombrías y deprimentes! Afortunadamente, hay personas a las que nos gusta sumergirnos en historias que exploran aspectos oscuros de la vida. ¡La diversidad de gustos es lo que hace que el mundo del cine sea fascinante!
¡Me parece que los domingos son para descansar, no para ver películas suecas!
Cada quien tiene sus propios gustos, amigo. A algunos nos relaja disfrutar de películas suecas los domingos. ¡No juzgues!
¡Vaya, vaya, vaya! ¿En serio les gustó Niños de domingo de Ingmar Bergman? ¿Estamos viendo la misma película? 🤔
¿Es realmente necesario analizar tanto una película de los años 60? ¡Dejen de sobrevalorarla!
¿Por qué no deberíamos analizar una película de los años 60? Son obras icónicas que han influido en la industria cinematográfica. Si no te gusta, simplemente no la veas, pero no trates de imponer tu opinión sobre los demás.
¡Qué película tan aburrida! No entiendo cómo alguien puede disfrutar de Niños de domingo.
¡Vaya! Siento mucho que no hayas disfrutado de la película. Aunque todos tenemos gustos diferentes, para muchos de nosotros, Niños de domingo es una obra maestra que logra conmovernos y hacernos reflexionar. ¡Pero bueno, cada quien con sus preferencias!
¿Alguien más cree que los niños de domingo son la verdadera pesadilla de la semana?
¡Vaya chasco! Pensé que los niños de domingo eran los que dominaban el dominó.
Pues lamento arruinarte la ilusión, pero los niños de domingo son aquellos que solo aparecen ese día para disfrutar de los juegos y luego desaparecen como si nada. Nada que ver con el dominó. ¡Sigue buscando, amigo!
¡Vaya, vaya! No sé ustedes, pero a mí me pareció que Niños de domingo de Ingmar Bergman fue una decepción total. ¿Alguien más se sintió así?
¡Pues a mí me encantó Niños de domingo! Creo que Bergman logró capturar la complejidad de la infancia de una manera brillante. ¿Quizás no entendiste su mensaje? No todos apreciamos el mismo tipo de cine, supongo.
¡Qué bueno que alguien más odie las películas de Bergman! ¡Son tan aburridas y pretenciosas!
Vaya, qué lástima que no puedas apreciar la profundidad y belleza de las películas de Bergman. Tal vez necesites abrir tu mente y sumergirte en su mundo cinematográfico antes de juzgar.
El artículo me hizo querer ver la película, pero ¿qué pasa si no me gusta Bergman?
No entiendo por qué tanta gente alaba a Ingmar Bergman. Sus películas son un rollo.
Vaya, parece que no aprecias el arte cinematográfico de Bergman. Aunque sus películas pueden ser intensas y reflexivas, es innegable su impacto en el mundo del cine. Tal vez deberías darle otra oportunidad y sumergirte en su genialidad.
¿Soy el único al que no le gustó Niños de domingo? ¿Alguien más se aburrió?
No eres el único. Niños de domingo fue una decepción total. La trama era aburrida y predecible. No entiendo cómo a la gente le gusta esta película. ¡Definitivamente no la recomiendo!