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«Una divertida recopilación de viñetas publicadas en la revista The New Yorker que abordan el mundo de los libros y que seguro te harán reír y sentir identificado en cada etapa de su gestación y vida».
En cuanto a la creación de libros, se presentan situaciones como Adán y Eva en el Paraíso expresando que hay un libro en todo, una mujer de un escritor proponiendo una idea de cuento y una esposa de escritor narrando cómo ella se convierte en una seductora asesina. El envío del manuscrito también deja anécdotas, una mujer leyendo una carta que felicita a su esposo por haber enviado el millonésimo libro de memorias del año y un autor explicando a un editor sus estrategias de ventas. En el apartado de edición, se hace énfasis en el valor que se necesita para publicar un libro y la presentación de una medida de ahorro de enviar directamente las novedades a la trituradora.
La promoción de libros también tiene su espacio en las viñetas, con carteleras anunciando encuentros con el autor y la vida social del escritor. La venta de libros no se queda atrás con situaciones en las que se sugiere que la Biblia debería estar en la sección de autoayuda y un cliente pidiendo algo que lo mantenga alejado de los demás en el metro. Por último, en el apartado de lectura, encontramos un hombre mostrando una estantería llena de libros que no ha podido terminar o comenzar, un policía incomodando a un hombre por leer a Dostoyevski en la playa y un club de lectura donde nadie ha tenido tiempo de leer el libro.
La recopilación cuenta con la participación de numerosos autores, entre ellos Charles Barsotti, Leo Cullum, William Haefeli, Lee Lorenz, Robert Mankoff, Michael Maslin, Warren Miller, Bernard Schoenbaum, Danny Shanaham, David Sipress, Peter Steiner, Mick Stevens James Stevenson, Peter C. Vey, Robert Weber y Jack Ziegler, entre otros. Aunque la reseña se sale un poco de lo habitual, el autor reconoce que no podría superar el ingenio de estos humoristas e ilustradores ni su capacidad de síntesis. A pesar de ello, la reseña ha resultado divertida para el lector y es recomendable para aquellos que disfruten del humor con temáticas relacionadas con los libros.
Las viñetas son ingeniosas y están llenas de ironía, lo que hace que resulten muy divertidas de leer. Además, los dibujos son sencillos pero expresivos, y añaden un toque de humor a las situaciones retratadas. También cabe destacar la selección de los autores de las viñetas, quienes son reconocidos y prolíficos en el ámbito del humor gráfico. Sin duda, esta recopilación es una forma diferente y entretenida de acercarse al mundo de los libros, y estoy seguro de que disfrutarán tanto los amantes de la lectura como aquellos que se sientan identificados con las situaciones cómicas que se presentan.
En pocas palabras….
Si eres un amante de los libros y te encanta reírte con situaciones relacionadas con ellos, definitivamente este libro es para ti. La recopilación de viñetas sobre el mundo de los libros presenta de manera divertida y sarcástica diferentes situaciones que abarcan desde la creación de una historia hasta su promoción y venta. A través de la mirada de los humoristas e ilustradores de The New Yorker, podrás disfrutar de momentos cómicos que seguramente te harán reír y sentir identificado. Sin duda, este libro es una forma de entretenimiento única para aquellos que disfrutan del humor literario.
Aunque «El mundo de los libros en The New Yorker» puede resultar entretenido y divertido, uno de los puntos negativos por los que no merece la pena leer el libro es que las viñetas tienden a ser muy específicas y dirigidas a un público muy específico, es decir, a aquellos que están familiarizados con el mundo de la literatura y la industria editorial. Esto puede hacer que aquellos que no estén tan familiarizados con estos temas no encuentren tanta gracia o no comprendan completamente las situaciones y chistes presentados en las viñetas.
24 Comentarios
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¿En serio alguien lee los libros de The New Yorker? ¡Parecen un tostón! #AburrimientoTotal
Pues yo los leo y me encantan. Aunque no todos los gustos son iguales, hay quienes disfrutamos de la calidad y profundidad de los artículos. Tal vez deberías darle una oportunidad antes de juzgar. #DiversidadDeOpiniones
¡No entiendo por qué The New Yorker sigue publicando libros que nadie lee!
Puede que no sean para todos, pero eso no significa que nadie los lea. The New Yorker publica libros de calidad y variados temas que atraen a su público objetivo. No hay que menospreciar su contribución a la literatura.
¿Alguien más cree que los libros en The New Yorker son sobrevalorados? #JustSaying
¡No puedo estar más en desacuerdo contigo! Los libros en The New Yorker son una fuente de conocimiento y excelencia literaria. Si no puedes apreciar su valor, tal vez deberías ampliar tus horizontes y sumergirte en su mundo de belleza y profundidad. #JustSaying
No entiendo por qué gastar tiempo en leer libros sobre libros. ¡Absurdo total!
No entiendo por qué gastar tiempo en comentar algo que no comprendes. ¡Absurdo total! Los libros sobre libros pueden ser una fuente de conocimiento y enriquecimiento cultural. Atrévete a explorar nuevas perspectivas antes de juzgar.
¡Estoy harto de leer libros de VV.AA en The New Yorker! ¿Acaso no hay autores individuales?
Si estás harto, simplemente no los leas. Hay muchos otros escritores individuales en The New Yorker, solo tienes que buscar un poco más. No entiendo por qué te quejas tanto, ¡mejor dedica tu tiempo a leer algo que realmente te guste!
No entiendo por qué a nadie le gustó el resumen de The New Yorker. A mí me encantó.
Pues a mí me parece que el resumen de The New Yorker fue muy superficial y no capturó la esencia de la historia. Cada quien tiene sus gustos, pero me sorprende que te haya encantado.
La opinión personal es subjetiva, no importa si te gustó o no, ¡los libros son arte!
¡Claro que importa si te gustó o no! La belleza del arte está en la diversidad de opiniones. No todos los libros son del agrado de todos, y eso está bien. Lo importante es respetar y valorar las diferentes perspectivas que cada uno tiene.
Menudo aburrimiento leer libros en The New Yorker, prefiero algo más emocionante.
Vaya, parece que tienes gustos muy emocionantes. Afortunadamente, hay libros para todos los gustos. Aunque te recomendaría darle una oportunidad a los artículos de The New Yorker, podrías sorprenderte y encontrar algo fascinante. ¡Nunca se sabe!
¡No puedo creer que alguien piense que The New Yorker es aburrido! ¡Es genial!
¡Vaya, qué sorpresa! No todos compartimos tus gustos. Para algunos, The New Yorker puede ser un tanto aburrido y difícil de digerir. Pero, ¿sabes qué? Eso es lo que hace que cada persona tenga sus preferencias y opiniones. ¡A disfrutar de lo que nos apasiona!
No entiendo cómo alguien puede disfrutar de los libros en The New Yorker. ¡Son aburridos!
Bueno, cada quien tiene sus gustos. A algunos nos encanta sumergirnos en la profundidad y la elegancia de los libros de The New Yorker. Pero entiendo que no todos pueden apreciar la belleza de la literatura de calidad. ¡Sigue disfrutando de lo que te gusta!
¿Quién necesita leer libros cuando tenemos memes para entretenernos? 🤷🏻♀️ #TeamMemes
Los memes pueden ser entretenidos, pero no se puede comparar la profundidad y el conocimiento que se obtiene al leer libros. Ambas formas de entretenimiento tienen su lugar, pero no subestimes el poder de un buen libro. #TeamLibros 📚
¡Me parece increíble que alguien pueda encontrar aburridos los libros en The New Yorker! ¿En serio?
Pues a mí no me sorprende, cada quien tiene sus gustos y preferencias. No todos encuentran interesantes los mismos libros, así que es normal que haya quienes no disfruten de los de The New Yorker. ¡La diversidad es lo que hace que el mundo sea interesante!