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«Los lemmings y otros» y «Ocio» de Fabián Casas ofrecen una narrativa coral, con tintes autobiográficos, que retrata la vida en entornos no privilegiados a través de personajes que transitan entre historias costumbristas, con un tono agridulce y una dejadez nihilista que cautiva al lector.
Las historias de Casas tienen una vocación unitaria, aunque no excesivamente manifiesta: los personajes saltan de un cuento a otro, de un libro a otro, en circunstancias vagamente familiares. Se trata de una narración coral en la que los relatos parten de un grupo de amigos que arrastran motes incluso cuando éstos han dejado de tener sentido, mostrando sus destinos y circunstancias. El estilo de Casas es cercano, urgente y algo atropellado, lo que da a sus obras un aire costumbrista. Sus relatos parecen observarse desde ventanas y balcones, presenciando escarceos infantiles o adolescentes con sexo, drogas y violencia. Los dos libros, «Ocio» y «Los lemmings y otros», comparten escenas en diferentes perspectivas, personajes y un tono con tintes autobiográficos, junto a una dejadez nihilista cuya clave es difícil de desentrañar. A pesar de que el lenguaje y la jerga pueden requerir algún esfuerzo, estos libros ofrecen una crónica algo sarcástica sobre la supervivencia en entornos no privilegiados, mostrando una realidad en la que la vida no sonríe a casi nadie.
En «Ocio», la protagonista escucha a los Beatles y lee a Arlt, pasando el día sin hacer nada, lo que da la impresión de que esa no es una tarea sencilla. Los libros de Casas transmiten un positivismo agridulce y un pesimismo resignado ante un futuro incierto, reflejando un presente por el que simplemente se transita. Aunque no son relatos alegres, conquistan al lector por su fidelidad y honestidad al describir la vida en un entorno poco privilegiado. Con un tono que oscila entre la esperanza y la amargura, Fabián Casas logra retratar la realidad con una mirada crítica y aguda, mostrando la supervivencia en un ambiente que no es siempre amable.
La crónica sarcástica que nos ofrece Casas sobre la supervivencia en entornos no privilegiados resulta cautivadora, aunque el lenguaje y la jerga empleados pueden representar un desafío para el lector. Sin embargo, la fidelidad y honestidad con la que describe la vida en estos contextos logra conquistar al lector, brindándonos una visión cruda y realista de la cotidianidad. En definitiva, Los lemmings y otros, y Ocio, nos invitan a reflexionar sobre la complejidad de la vida y la autobiografía, dejándonos con la incertidumbre de cómo el autor conciliará su pasión por el kárate con su prolífica carrera literaria.
En pocas palabras….
«Los lemmings y otros» y «Ocio» de Fabián Casas nos sumergen en un mundo costumbrista y autobiográfico que conquista al lector con su tono agridulce y su crónica sarcástica sobre la supervivencia en entornos no privilegiados. Los relatos, que oscilan entre la ingenua esperanza infantil, la perversidad adolescente y la amargura post-adolescente, presentan personajes que saltan de una historia a otra en circunstancias vagamente familiares, creando una narración coral sin ensayar ni cantar a la vez. El estilo cercano, urgente y algo atropellado de Casas nos traslada a escenas presenciadas desde ventanas y balcones de vecindarios, con escarceos infantiles y adolescentes que reflejan la vida cotidiana. Lo que hace que valga la pena leer estos libros es su capacidad para describir con fidelidad y honestidad la realidad, mostrando un positivismo agridulce y un pesimismo resignado ante un futuro incierto, pero sin dejar de transitar el presente. A pesar de la jerga y el lenguaje que a veces requieren un esfuerzo, estos libros logran superar ese obstáculo y ofrecen una mirada cruda pero auténtica sobre la vida.
Lamentablemente, el lenguaje y la jerga utilizados en estos libros pueden resultar un obstáculo para algunos lectores. Aunque los relatos logran superar este desafío, es importante destacar que no son lecturas acomodaticias ni alegres. Su tono crónico y algo sarcástico sobre la supervivencia en entornos no privilegiados puede resultar pesado para aquellos que buscan una lectura más ligera. Además, la falta de una trama unitaria clara puede dificultar la inmersión en la historia para algunos lectores.
9 Comentarios
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Me parece un desperdicio de tiempo hablar de lemmings, ¿no hay temas más interesantes?
Vaya, qué comentario tan interesante. Supongo que todos tenemos gustos diferentes. Aunque para mí, hablar de lemmings puede ser fascinante. A veces es bueno salir de la rutina y explorar temas menos convencionales. ¡Pero, hey, cada quien con sus preferencias! ¿No crees?
¡Me parece que Fabián Casas es un escritor sobrevalorado! ¿Alguien más piensa lo mismo?
¡Qué aburrido! No entiendo cómo alguien puede disfrutar de leer sobre lemmings.
Vaya, cada quien tiene sus gustos, ¿no? A algunos nos fascina descubrir nuevas especies y aprender sobre su comportamiento único. No te preocupes, seguro encuentras algo que te parezca más interesante. ¡Saludos!
No entiendo por qué nadie habla del verdadero protagonista de la historia: ¡los pingüinos!
¡Totalmente de acuerdo! Los pingüinos son los verdaderos héroes de esta historia. Su elegancia, valentía y habilidades naturales son dignas de admiración. ¡No podemos permitir que sean ignorados!
¿Quién necesita lemmings cuando puedes tener pingüinos voladores? ¡Vamos por algo más emocionante!
Jajaja, definitivamente los pingüinos voladores suenan más emocionantes que los lemmings. Pero hay algo de nostalgia en ver a esos pequeños saltando al vacío. ¡Cada loco con su tema!