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«La corrupción de un ángel» es la última parte de la tetralogía «El mar de la fertilidad» del reconocido autor japonés Yukio Mishima, en la que el protagonista, un joven huérfano adoptado por el anciano Honda, muestra una personalidad manipuladora y cruel que revela la herencia de los personajes anteriores de la serie.
En esta novela, el protagonista es Honda, un magistrado que ahora se ha convertido en abogado y se encuentra en la etapa de la senectud. En su camino, se encuentra con un joven huérfano llamado Tōru Yasunaga, a quien considera la reencarnación de Kiyoaki Matsugae, Isao Iinuma y Ying Chan. Honda, que se encuentra viudo, decide adoptar a Tōru y lo acoge como su propio hijo. Con el tiempo, Tōru demuestra haber heredado lo peor de todas sus reencarnaciones anteriores, mostrándose como una persona manipuladora y cruel. A lo largo de la novela, se revelan los oscuros planes de Tōru y cómo afectan a los seres queridos que lo rodean.
En cuanto al estilo de escritura de Mishima, se destaca su capacidad para cautivar al lector con descripciones vívidas y evocadoras. Aunque algunos críticos han señalado tanto virtudes como vicios en su forma de escribir, sus obras sin duda muestran su talento literario. En «La corrupción de un ángel», Mishima nos brinda una lectura más ligera en comparación con la densidad religiosa y espiritual de su novela anterior, «El templo del alba». A lo largo de la novela, se exploran temas como la corrupción, el orgullo y la futilidad, y se presenta un final inesperado donde Honda, ya en su vejez, realiza una visita a un templo para encontrarse con Satoko.
Aunque puede leerse de forma independiente, se recomienda haber leído las novelas anteriores para una mejor comprensión. En esta novela, el autor nos presenta a Honda, un personaje en la senectud que adopta a un joven huérfano llamado Tōru, quien muestra aspectos oscuros y manipuladores. El estilo de escritura de Mishima es cautivador y evocador, y la novela nos sumerge en temas como la corrupción y la futilidad. Con un final inesperado, «La corrupción de un ángel» es una obra que no se puede pasar por alto para los amantes de la literatura japonesa.
El estilo de Mishima se mantiene fiel a sí mismo, con descripciones detalladas y una prosa elegante. Sin embargo, es importante mencionar que la novela es más ligera y menos densa en términos de contenido religioso y espiritualidad asiática en comparación con el libro anterior de la tetralogía, El templo del alba. Esto puede ser tanto una ventaja como una desventaja, dependiendo de los gustos del lector. Personalmente, considero que la obra es bastante entretenida y cautivadora, pero no puedo evitar preguntarme si la trama y los personajes son un reflejo de los momentos oscuros por los que estaba pasando Mishima en el momento de escribir el libro y de su trágico final.
En pocas palabras….
La corrupción de un ángel, última parte de la tetralogía El mar de la fertilidad, es una novela que vale la pena leer por su capacidad de mostrar los dilemas de la condición humana a través de personajes complejos y enigmáticos. En esta obra, Mishima nos presenta a Tōru Yasunaga, un joven huérfano que parece ser la reencarnación de los protagonistas de las novelas anteriores. A medida que Tōru se introduce en la vida de su nuevo padre adoptivo, Honda, vemos cómo su personalidad distante y agresiva se vuelve más evidente, revelando su capacidad de manipular y dañar a quienes lo rodean. La forma en que Mishima retrata los conflictos internos y las transformaciones psicológicas de los personajes es realmente cautivadora, y nos invita a reflexionar sobre la esencia de la maldad y la naturaleza humana.
La corrupción de un ángel, la última novela de la tetralogía de El mar de la fertilidad escrita por Yukio Mishima, es una obra que merece la pena leer. Sin embargo, uno de los puntos negativos que encuentro en este libro es la personalidad distante y agresiva del personaje principal, Tōru Yasunaga. Con una clara psicopatía, utiliza manipulación y chantaje para lograr sus fines, sin importar lo crueles que puedan ser sus métodos. Esta faceta de su personalidad se vuelve más acusada con el paso de los años, mostrando su verdadero carácter y llevando a un desenlace inesperado. A pesar de la calidad literaria de Mishima, este aspecto del personaje puede resultar difícil de tolerar para algunos lectores.
10 Comentarios
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¡Vaya, vaya! ¿Y qué tal si en lugar de corrupción, hablamos de redención angelical? 😇
¡Vaya, vaya! Parece que alguien se ha dejado llevar por la fantasía. Pero en el mundo real, la corrupción no se arregla con redención angelical. Hay que luchar contra ella con acciones concretas y responsabilidades. No podemos ignorar la realidad.
¿Mishima era un ángel corrupto o solo un escritor extravagante? 🤔 #OpinionesRandom
Mishima era mucho más que eso. Fue un genio literario y un provocador audaz. Sus obras desafiaron convenciones y su vida fue una obra de arte en sí misma. No se puede reducir su legado a meras etiquetas. #OpinionesRandom
Este libro es una obra maestra, no entiendo cómo alguien puede no gustarle.
Cada quien tiene sus gustos, no todos disfrutamos de las mismas cosas. Respeto tu opinión, pero para mí, este libro no cumplió mis expectativas. A veces, las obras maestras no son del agrado de todos.
¡Qué decepción! No entiendo cómo alguien puede disfrutar de una historia tan perturbadora.
No entiendo por qué tanto drama con la corrupción de un ángel. ¡Es solo un libro!
Vaya, parece que no captaste el mensaje. La corrupción de un ángel no es solo un libro, es una obra que refleja la realidad y nos hace reflexionar sobre el bien y el mal en nuestras vidas. Si no entiendes el drama, tal vez deberías leerlo con más atención.
La corrupción de un ángel es una obra maestra, ¡Mishima siempre sorprende!