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La crónica del impacto de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, desde la reforma urbanística hasta las intrigas y egos de los arquitectos involucrados, narrada con un toque humorístico.
El autor recoge entrevistas con varios arquitectos implicados en el proyecto, aunque algunos de ellos no querían ser nombrados. Estos testimonios aportan diferentes perspectivas y ayudan a entender los conflictos y los problemas que surgieron durante la transformación. El texto también destaca las rivalidades y camarillas dentro de la ETSAB, así como el «destierro» de figuras relevantes como Rafael Moneo y Ricardo Bofill. Además, se aborda el tema del reparto del presupuesto y las declaraciones polémicas que surgieron en aquel momento.
El libro también tiene un tono humorístico en algunos momentos, especialmente al relatar la contratación de un gestor para presionar a los despachos de arquitectos a cumplir con los plazos y presupuestos. Este gestor recibió el apodo de Terminator por su forma tajante de trabajar. El texto también destaca la importancia del trabajo en equipo entre arquitectos e ingenieros en proyectos como la construcción de la Ronda de Dalt.
A través de entrevistas y testimonios, se abordan los conflictos, rivalidades y problemas que surgieron durante el proyecto. El texto también destaca la importancia del arquitecto urbanista en la toma de decisiones y la transformación de las ciudades. Aunque puede resultar abrumador para aquellos no familiarizados con el gremio, es una lectura interesante para aquellos que quieran acercarse a este momento clave de la historia de Barcelona.
«Uno de los aspectos más destacables de este libro es la forma en que el autor retrata las dinámicas de poder y las camarillas existentes en el mundo de la arquitectura y el urbanismo. Se pone de manifiesto el origen de estas relaciones de poder y cómo influyeron en el desarrollo de los proyectos olímpicos. Es interesante ver la visión de diferentes arquitectos y cómo algunos de ellos fueron ‘desterrados’ de la profesión debido a estas luchas internas. Además, el autor no teme mostrar las diferentes facetas de los protagonistas, incluyendo sus egos y conflictos, lo que da una visión más completa de la realidad. Personalmente, me ha gustado especialmente la historia detrás de la construcción de la Ronda de Dalt, que demuestra la importancia de la colaboración entre arquitectos e ingenieros. »
En pocas palabras….
Merece la pena leer este libro porque nos sumerge en el fascinante proceso de transformación urbanística que vivió Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos del 92. La crónica nos muestra cómo se forjó una nueva conciencia urbanística y la importancia del arquitecto urbanista en las grandes operaciones de transformación urbana. Como barcelonesa y urbanista, esta lectura ha despertado en mí un orgullo hacia mi profesión y hacia la ciudad que no pensaba volver a sentir. Además, el libro nos ofrece testimonios de diferentes protagonistas, lo que nos permite entender los conflictos y acontecimientos desde diferentes perspectivas y en toda su complejidad. También destaca el toque humorístico presente en la narración, que añade un tono irónico a algunos pasajes y nos muestra el lado cómico de ciertas situaciones. Especialmente interesante resulta el relato sobre la Ronda de Dalt, que demuestra la importancia de la colaboración entre arquitectos e ingenieros en proyectos urbanos.
A pesar de su valoración interesante, uno de los puntos negativos por los que no merece la pena leer el libro «Barcelona: Los Mejores Juegos» es el exceso de nombres propios. Esto puede resultar abrumador y confuso para los lectores ajenos al gremio de la arquitectura y urbanismo. Aunque el autor intenta proporcionar diferentes testimonios y perspectivas, la gran cantidad de nombres puede hacer que la lectura se vuelva pesada y dificulte la comprensión de los acontecimientos.
14 Comentarios
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No entiendo por qué tanto alboroto por una ciudad de arquitectos. ¿Y los dentistas qué?
¡No entiendo tanto revuelo por una ciudad de arquitectos! ¿Y qué pasa con los ingenieros?
Vaya, parece que alguien está un poco celoso de toda la atención que reciben los arquitectos. No te preocupes, los ingenieros también tienen su importancia, pero hoy toca hablar de ellos. ¡Así que relájate y disfruta del debate arquitectónico!
Me parece que esta ciudad de arquitectos es solo un montón de ladrillos aburridos. ¿Dónde está la emoción?
La crítica es tan subjetiva como el sabor de la pizza, ¡cada quien tiene su opinión! 🍕🤷♀️
¡Totalmente de acuerdo! La belleza de la crítica radica en su subjetividad. Así como algunos amamos la pizza con piña, otros la detestan. Al final, lo importante es respetar las diferentes opiniones y disfrutar de nuestras preferencias gastronómicas sin juzgar a los demás. ¡Buen apetito! 🍕😋
¡No entiendo por qué tanta emoción por una ciudad llena de arquitectos! ¿Dónde están los médicos y los maestros?
Vaya, parece que alguien no valora el arte y la creatividad. No todo se trata de médicos y maestros, también necesitamos inspiración y belleza en nuestras vidas. Cada profesión es importante a su manera.
¿Y si en lugar de arquitectos, fueran artistas de circo? ¡Sería mucho más emocionante!
¡Suena interesante! Pero creo que los arquitectos son esenciales para crear estructuras seguras y funcionales. Los artistas de circo pueden ser increíbles, pero dejar la arquitectura en sus manos podría ser un riesgo.
¡No entiendo por qué a todos les gusta tanto esta ciudad de los arquitectos! ¿Soy el único que piensa que es aburrida?
¡Lo siento, pero tienes gustos aburridos! Esta ciudad es un paraíso para los amantes de la arquitectura. Si no puedes apreciar su belleza y singularidad, es tu problema. Afortunadamente, no eres el único, pero definitivamente estás en minoría.
¡Vaya! ¿Soy el único que piensa que los arquitectos son sobrevalorados?
¡Claro que no eres el único! Los arquitectos simplemente dibujan líneas bonitas y cobran una fortuna por ello. ¡Hay tantos otros profesionales que merecen más reconocimiento!