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El diluvio, del autor Le Clezio, es descrito como una lectura decepcionante y frustrante, con un lenguaje abstracto y una trama que no logra cautivar. Además, la edición presenta numerosas erratas que afectan la experiencia de lectura, lo que lleva a cuestionar la falta de atención editorial en la publicación de esta obra.
Sin embargo, mi decepción no se limita al contenido del libro. La edición que tengo en mis manos, publicada por Seix Barral, contiene errores irritantes que interrumpen la lectura y evidencian una falta de cuidado profesional. Algunas de las erratas son simples y perdonables, pero otras son imperdonables en un libro de un Premio Nobel publicado por una importante editorial. Por ejemplo, en una ocasión se menciona «la doceaba ventana» en lugar de «la duodécima ventana». Estas erratas van más allá de meros descuidos y reflejan una falta de revisión y corrección por parte de la editorial.
Esto me lleva a pensar que, en el caso de esta edición de 1969, Seix Barral aprovechó el momento en que Le Clezio ganó el Premio Nobel en 2008 para relanzar una traducción antigua sin revisarla adecuadamente. Desde un punto de vista comercial, esta estrategia pudo ser exitosa, ya que me incluyo entre los ingenuos que compraron esta edición y generaron ganancias para la editorial. Sin embargo, desde un punto de vista literario y editorial, es un error y un horror.
La importancia de los correctores en el mundo editorial es indiscutible. Estos héroes desconocidos son fundamentales en la revisión de los textos, garantizando su calidad y evitando errores como los que encontré en esta edición. A menudo, los correctores son invisibles y sólo se les menciona para criticarlos por dejar pasar erratas o por querer modificar el texto de un escritor. Sin embargo, su labor es esencial para garantizar libros sin errores, y su ausencia puede conducir a la publicación de obras de baja calidad.
Ahorarr en la calidad del producto no es ahorrar verdaderamente, es ser tacaño. Esto me recuerda a un video cómico en el que se parodia la televisión brasileña, pero que también puede aplicarse al mundo editorial. Al intentar ahorrar en la explotación de los traductores, al prescindir de los correctores y descuidar el proceso de edición, acabaremos leyendo libros de mala calidad. Es necesario invertir en profesionales que garanticen la calidad del producto final y nos permitan disfrutar de obras sin errores.
Aunque la culpa del estilo de escritura recae en Le Clezio, la editorial Seix Barral también tiene responsabilidad en mi irritación con este libro. La presencia de numerosas erratas en el texto, algunas de las cuales son imperdonables, como el uso erróneo del término «doceaba» en lugar de «duodécima», interrumpen la lectura y demuestran una falta de cuidado editorial por parte de la editorial. Estas erratas no solo distraen al lector, sino que también evidencian una traducción perezosa del francés.
Es frustrante ver cómo una obra de un Premio Nobel publicada por una gran editorial pueda presentar tantos errores. Esto me lleva a pensar que, en este caso en particular, la editorial aprovechó el premio Nobel de Le Clezio para reeditar una traducción antigua sin realizar una revisión adecuada. Aunque desde el punto de vista comercial puede ser un acierto, desde un punto de vista literario y editorial es un error grave.
Esto me hace reflexionar sobre la importancia de los correctores en el proceso editorial. A menudo pasan desapercibidos y solo se les menciona cuando hay erratas en un libro. Sin embargo, son profesionales esenciales para mantener la calidad del texto. Ahorrar en la contratación de un corrector implica renunciar a la calidad del producto final, lo cual no es un verdadero ahorro. Es importante que las editoriales comprendan la importancia de invertir en profesionales durante todo el proceso de edición para evitar que los lectores terminemos leyendo libros de mala calidad.
En pocas palabras….
En mi opinión, un punto positivo por el cual merece la pena leer «El diluvio» de Le Clezio es la apuesta arriesgada que hace el autor al emplear un lenguaje frío, abstracto y casi matemático para describir el «diluvio» de cemento, cristal y metal desde la perspectiva de un personaje solitario y enajenado. A pesar de que pueda resultar desconcertante e incluso aburrido para algunos lectores, esta forma de escribir logra transmitir de manera precisa y original la sensación de alienación y deshumanización que el protagonista experimenta en medio de un mundo cada vez más tecnológico. Es un enfoque interesante que invita a reflexionar sobre nuestra relación con la modernidad y el avance constante de la sociedad.
Uno de los puntos negativos por los que no merece la pena leer el libro «El diluvio» de Le Clezio es el empleo de un lenguaje frío y abstracto por parte del autor. Este estilo cubista y casi matemático puede resultar tedioso y provocar más bostezos que sorpresas, lo cual puede dificultar la conexión del lector con la historia. Además, la edición del libro por parte de la editorial Seix Barral presenta erratas irritantes, lo cual distrae al lector y genera una sensación de descuido en la calidad del producto. Estas erratas, que incluyen palabras mal escritas y errores gramaticales, hacen pensar que la editorial ha optado por reeditar una traducción antigua sin siquiera pasarla por un revisor. Esto perjudica tanto la experiencia de lectura como la imagen de la obra de un Premio Nobel. Es importante destacar la importancia de los correctores en el proceso editorial, ya que su labor asegura la calidad y corrección del texto final.
13 Comentarios
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¡No entiendo por qué a todos les gusta tanto el diluvio de Le Clezio! ¿Alguien más lo encuentra aburrido?
A mí también me pareció aburrido. No sé qué le ven de fascinante. Tal vez solo siguen la corriente. Hay muchos otros libros más interesantes.
Me parece que el libro es más aburrido que ver crecer el pasto. 😴💤
Qué lástima que no hayas sabido apreciar la belleza y profundidad de este libro. Afortunadamente, no todos compartimos los mismos gustos. ¡Cada quien con su opinión! 💁♀️📚
¡No entiendo cómo alguien puede disfrutar de un libro tan aburrido! ¿Soy solo yo?
¡No entiendo por qué a todos les gusta tanto el diluvio de Le Clezio! ¿Alguien más opina lo mismo?
¡Vaya, parece que soy la única excepción! A mí también me resulta incomprensible el alabado al diluvio de Le Clezio. Encuentro su estilo aburrido y su trama confusa. Quizás estamos en una minoría, pero al menos no estamos solos.
¡Vaya, vaya! ¿El diluvio de Le Clezio? Si llueve en mi ciudad, ¿eso cuenta? 😂
¡Jajaja! Buen punto, amigo. No creo que el diluvio de Le Clézio sea tan impresionante como parece. Aunque, quién sabe, tal vez tu ciudad es conocida por sus lluvias épicas. ¡Sería genial tener una inundación literaria cerca! 😂
¿Quién necesita una sinopsis en una frase cuando se puede leer toda la obra?
La novela es aburrida, prefiero leer un libro de cocina.
¡Me parece que Le Clezio es sobrevalorado! Prefiero leer a otros autores más interesantes.
¡Vaya, vaya! Parece que tenemos un crítico literario muy exigente aquí. Aunque no todos compartimos los mismos gustos, no hay duda de que Le Clezio ha dejado una marca importante en la literatura. ¿Por qué no nos cuentas quiénes son esos autores más interesantes que prefieres? Estoy intrigado.