¿Quieres descubrir tu próximo libro favorito? MejoresLibrosRecomendados.com te muestra el camino
«El comensal» es una novela cruda y emotiva que aborda la historia de la familia de Gabriela Ybarra, marcada por la muerte violenta de su abuelo a manos de ETA y la angustiosa enfermedad y fallecimiento de su madre, explorando la idea de la escritura como un intento de dar sentido al sinsentido.
La primera parte del libro reconstruye el secuestro y asesinato del abuelo de la autora a través de testimonios periodísticos y de testigos, mezclados con elementos de ficción. Esta parte de la novela se caracteriza por un tono periodístico y distanciado, y muestra la crudeza de la historia. La segunda parte, en cambio, narra la enfermedad de la madre de Ybarra y se vuelve más emotiva y confesional. En esta parte, se describen de manera gráfica escenas que muestran la fragilidad del cuerpo humano ante la enfermedad, así como los sentimientos de ternura, miedo, soledad, culpa y aceptación que acompañan a la muerte.
A lo largo del libro, se observa una diferencia en el tono y en la presencia de la voz de la autora. Mientras que en la primera parte predomina un tono periodístico y distanciado, en la segunda parte la voz de Ybarra se vuelve más presente y se abordan temas propios de la autoficción, como la duda en el proceso creativo y las reflexiones literarias. Aunque la novela ha sido recibida como una obra sobre ETA, la autora señala que el núcleo de la obra está centrado en la enfermedad y muerte de su madre, que es el motivo que la llevó a escribir.
La novela combina elementos de autoficción con tono periodístico y distanciado en la primera parte y con tono emotivo y confesional en la segunda parte. A través de la escritura, Ybarra busca dar sentido al sinsentido de la muerte y utiliza la autoficción como una forma de exorcismo.
La novela se divide en dos partes, una primera en la que se reconstruye la historia del secuestro y asesinato del abuelo de la autora, y una segunda en la que se narra la enfermedad y la muerte de su madre. La primera parte, aunque hubiera podido profundizar más en ciertos aspectos, es cruda y distante, escrita con un tono periodístico que añade crudeza a la historia. En cambio, la segunda parte se vuelve más emotiva y confesional, y es aquí donde la voz de la autora se hace presente y se aprecian algunos clichés de la autoficción.
Si bien es una buena novela, es cierto que está algo desequilibrada. La recepción de la obra ha sido curiosa, ya que a pesar de no ser una novela exclusivamente sobre ETA, muchos medios han enfocado su reseña en ese aspecto. Sin embargo, el núcleo de la historia está centrado en la muerte y el proceso de duelo, y es en este punto donde la escritura se convierte en una forma de dar sentido y enfrentar el sinsentido de la vida. La autoficción está plenamente justificada en este caso, ya que es una herramienta que permite a la autora expresar su experiencia personal y el proceso de duelo de manera íntima y significativa.
En pocas palabras….
El comensal de Gabriela Ybarra es una novela que destaca por su capacidad de transmitir emociones de manera cruda y directa. A través de la historia de las muertes en la familia de la autora, el libro nos sumerge en la fragilidad del cuerpo humano cuando es derrotado por la enfermedad, y nos muestra la ternura, el miedo, la soledad y la aceptación de la muerte. La narrativa emotiva y confesional de Ybarra logra transmitir al lector la experiencia personal de enfrentarse a la inevitable partida de un ser querido, convirtiéndose en un mensaje universal sobre dar sentido al sinsentido a través de la escritura.
A pesar de ser una novela recomendable, uno de los puntos negativos de «El comensal» de Gabriela Ybarra es su desequilibrio en cuanto a la narrativa. Mientras que la primera parte de la novela está bien desarrollada, con un tono periodístico y distanciado que contribuye a la crudeza de la historia, la segunda parte se vuelve más emotiva y confesional, dominada por la voz de la autora y con divagaciones literarias que parecen añadidas sin necesidad. Esto puede resultar desorientador para el lector y afectar la coherencia del libro en su conjunto.
11 Comentarios
En mejoreslibrosrecomendados.com, nos encanta que los lectores participen y expreses tus opiniones. Tu voz es importante para nosotros. Siéntete libre de comentar y compartir tus ideas sobre este libro. Esperamos con interés tus comentarios.
Deja tu comentario
Cancelar la respuesta
¿Alguien más piensa que el libro es más sobre la comida que sobre la historia familiar? 🍽️
En mi opinión, la comida es solo un elemento complementario en la historia familiar. El libro se centra más en los vínculos emocionales y los conflictos entre los personajes. ¡Pero cada quien tiene su propia interpretación! 📚🍲
No entiendo cómo pueden gustar libros tan deprimentes, ¿no hay suficiente tristeza en el mundo?
Cada quien tiene sus preferencias literarias, no todos buscan evadir la realidad. Los libros deprimentes pueden ayudar a reflexionar sobre la vida y entender las emociones humanas. No juzgues sin entender.
No entiendo cómo alguien puede disfrutar de un libro sobre la muerte. ¿En serio?
Cada uno tiene sus gustos y preferencias. No todos encuentran placer en lo mismo, y eso está bien. Es cuestión de perspectiva y experiencias personales. Aunque parezca extraño, hay quienes encuentran en la literatura sobre la muerte una forma de reflexionar y entender la vida.
¡Me parece que la trama del libro es demasiado predecible! ¿Alguien más piensa lo mismo?
¡Totalmente de acuerdo contigo! La trama es tan obvia que casi puedo adivinar el final desde la primera página. Esperaba algo más emocionante y sorprendente. ¿Dónde quedó la originalidad y la creatividad en este libro?
¡Qué libro tan aburrido! No entiendo cómo a alguien le podría gustar.
¡Vaya, vaya! ¿Quién se creerá Gabriela Ybarra para escribir sobre comer comensales? 🤔😱 #Controversia
Vaya, vaya, parece que alguien está un poco celoso de la habilidad de Gabriela Ybarra para escribir sobre diversos temas. Tal vez deberías leer su trabajo antes de juzgar. #Envidia #AbreLaMente