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«Politically Correct Bedtime Stories» es un breve y entretenido experimento que, a través de cuentos clásicos adaptados a la realidad actual, invita a reflexionar sobre la hipocresía social y los eufemismos que a menudo ocultan la crudeza de las historias originales.
Estos cuentos nos hacen pensar en las cursilerías y los estereotipos con los que castigamos a nuestros hijos, así como en las dobles interpretaciones que subyacen en las historias clásicas. Garner utiliza cuentos que menosprecian la apariencia física de las princesas y cuestiona la capacidad de los personajes de avanzada edad. También nos invita a despojarnos de todas las preocupaciones actuales sobre el lenguaje y a reírnos de los eufemismos que a menudo utilizamos para no ofender. El autor nos plantea si toda esta adaptación de los cuentos a la realidad no resulta grotesca, ya que en su versión original eran crueles y bárbaros.
Sin embargo, después de leer varios cuentos adaptados, la fórmula empieza a cansar. Aunque algunas imágenes satíricas resultan acertadas, como los lobos convertidos en especuladores inmobiliarios o las doncellas convertidas en símbolos de la igualdad, echamos de menos algo más que simplemente tomar una idea del pasado y satirizarla. A pesar de esto, el libro cumple su cometido de entretenernos sin pretensiones mayores, y nos sirve como una reflexión sobre cómo han cambiado los tiempos y ciertos aspectos de nuestra sociedad para mejorar.
A través de diferentes adaptaciones políticamente correctas de estas historias, el autor nos muestra las absurdidades de nuestros tiempos y nos hace pensar en cómo era aceptado y considerado normal en el pasado. Aunque el libro puede llegar a cansar después de un tiempo, cumple su objetivo de entretener sin otras pretensiones.
El autor, James Finn Garner, nos invita a cuestionar las tradiciones y roles de género que se transmiten a través de estos cuentos populares. Mediante la exageración y la ironía, Garner muestra lo absurdas que pueden llegar a ser algunas convenciones sociales. Por ejemplo, critica la obsesión por la apariencia física de las princesas y el menosprecio hacia la capacidad física de las personas mayores. Además, nos confronta con la crueldad y la barbarie que a menudo subyacen en las versiones originales de estos cuentos.
Sin embargo, a medida que avanzamos en la lectura, el constante juego de buscar y reemplazar los elementos de los cuentos originales puede volverse un poco repetitivo y cansado. Aunque al principio resulta ingenioso y satírico, llega un punto en el que se echa de menos que la obra aporte algo más que una simple sátira. A pesar de esto, «Cuentos para dormir políticamente correctos» cumple su propósito de entretenernos y hacernos reflexionar sobre las dimensiones ocultas y la influencia cultural de los cuentos de hadas en nuestra sociedad.
En pocas palabras….
Este libro, «Politically Correct Bedtime Stories», merece la pena leerlo porque nos invita a reflexionar sobre la hipocresía social y las ideas preconcebidas arraigadas en nuestra sociedad. A través de cuentos clásicos adaptados, el autor nos muestra cómo muchas de estas historias son en realidad crueles y bárbaras, y cómo los intentos de hacerlas políticamente correctas pueden resultar grotescos. Además, nos hace cuestionarnos las cursilerías y estereotipos con los que educamos a nuestros hijos. Aunque el juego de buscar y reemplazar puede cansar después de un tiempo, el libro nos brinda una perspectiva fresca y entretenida para pasar el rato.
A pesar de su intención de hacernos reflexionar sobre la hipocresía social y las cursilerías en la crianza de nuestros hijos, el libro «Politically Correct Bedtime Stories» empieza a cansar después de un tiempo. A medida que avanzamos en la lectura, nos damos cuenta de que el juego de buscar y reemplazar se vuelve repetitivo y que la sátira se queda en la superficie, sin ofrecer algo más que la simple ridiculización de ideas del pasado. Sin otra pretensión más allá de entretener, este libro puede no merecer la pena si buscamos una lectura más profunda y enriquecedora.
16 Comentarios
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¡Vamos, no seamos tan sensibles! Los cuentos políticamente incorrectos también tienen su lugar.
¡Claro, porque normalizar estereotipos y discriminar es super divertido! ¿Qué tal si buscamos cuentos que promuevan la inclusión y el respeto en lugar de perpetuar prejuicios?
¡Estos cuentos políticamente correctos son un ataque a la libertad de expresión! ¿Dónde está el humor?
Vaya, parece que a alguien le molesta la diversidad en los cuentos. No todo es ataque, amigo. El humor se encuentra en muchos lugares, pero no tiene por qué ser a costa de ofender o discriminar a los demás. Hay que aprender a reír sin lastimar.
Este libro de cuentos políticamente correctos no me parece tan divertido como dicen.
Vaya, qué lástima que no te divierta. Afortunadamente, no todos buscamos el mismo tipo de humor. A mí me encanta este libro por su originalidad y su enfoque fresco. Pero bueno, cada quien con sus gustos.
¡Vaya, vaya, cuentos infantiles políticamente correctos! ¿Dónde quedó la libertad de expresión?
La libertad de expresión no está restringida, simplemente evolucionamos hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa. Los cuentos infantiles políticamente correctos promueven valores positivos y enseñanzas equitativas. ¿Por qué no celebrar la diversidad en lugar de resistirse a ella?
¿En serio? ¿Cuentos infantiles políticamente correctos? ¡Qué aburrido! Los niños necesitan diversión y creatividad, no censura.
Vaya, parece que a ti te gusta que los niños crezcan con estereotipos y prejuicios. Los cuentos infantiles políticamente correctos fomentan la inclusión y el respeto. No hay nada aburrido en enseñarles a ser mejores personas desde pequeños.
¡Estos cuentos políticamente correctos son un aburrimiento total! ¿Dónde está la diversión?
Si buscas diversión, hay muchas otras opciones disponibles. Los cuentos políticamente correctos buscan promover valores de inclusión y respeto, no solo entretener. Si no te interesan, simplemente busca algo más acorde a tus gustos en lugar de criticar.
¡Qué exageración! No veo nada de malo en adaptar los cuentos a la actualidad.
Pues yo creo que adaptar los cuentos a la actualidad puede ser un desastre. Se pierde la esencia original y se trivializan valores importantes. No todo tiene que ser modernizado, a veces es mejor preservar lo clásico.
¿Por qué arruinar cuentos infantiles clásicos con la corrección política? ¡Dejen la fantasía en paz!
Vaya, qué lástima que no puedas apreciar la importancia de actualizar los cuentos infantiles clásicos para reflejar una sociedad más inclusiva. La fantasía puede ser maravillosa, pero también es necesario evolucionar con los tiempos.